martes, 13 de septiembre de 2011

Una serpiente para alumbrar a Costa Rica

Alexander Bonilla D.


Desde la presa impresionante de 755 mil M3 de concreto que se levanta (ya casi concluida) en el río Pirrís, con una altura de 113 metros, se inicia un túnel de casi 11 kilómetros hasta llegar a la casa de máquinas. 


Cual serpiente que penetra las entrañas de las montañas, a veces hasta 1200 metros debajo de la superficie, este reptil se abrió paso para ir a depositar sus huevos y dar a luz en una casa de máquinas 134 megavatios, allá en el Carmen de Bijagual de Aserrí. Mirar estas montañas, unas veces deforestadas y otras con vegetación, y darse cuenta que por debajo hombres de Costa Rica, con tecnología nacional, han excavado un túnel, es realmente impresionante. Se demuestra que tenemos hombres, conocimientos, tecnología, y el espíritu para enfrentar los retos y desafíos energéticos que se necesitarán en los próximos años. Me siento orgulloso de nuestra gente, de los profesionales y de mi país. 


El proyecto hidroeléctrico de Pirrís involucra a cinco cantones: Aserrí, León Cortés, Tarrazú, Parrita y Dota. Hoy hay unas 3 mil personas trabajando en forma directa (70% de la zona). Cuando esté en operación quedarán unas 60 personas trabajando. 


Pirrís no es solo una represa hidroeléctrica. Su construcción ha generado un derrame de conocimiento que moja a muchos, una movilización económica importante, interacción institucional, y obras paralelas que quedarán en la región y en las comunidades. Quizás lo más interesante que se nota al llegar a los pueblos de la zona es la construcción de aceras a lo largo de las vías de poblaciones. Esto no se ve en ningún cantón de Costa Rica. Es la mano del ICE, plasmada en la responsabilidad social involucrada en el proyecto Pirrís. 


El más grande desarrollo que está provocando el proyecto de Pirrís se relacionas con la planificación del acarreo de materiales para la construcción de la presa, y la red de caminos que han tenido que habilitar entre zonas agrestes para comunicar las diferentes etapas, como el sitio de presa y casa de máquinas. El plan de acarreo conllevó el diseño de rutas seguras entre San Pablo, San Marcos, San Lorenzo, San Antonio, San Carlos, San Cristóbal, etc. Unos 57 kilómetros involucrados con su respectiva ruta oficial, horarios ,puestos de control, inspectores de rutas ,parqueos, manejo de accidentes y otras cosas más. Se introdujo toda una nueva cultura vial, que ya deseáramos existiera en el resto del país.


Vislumbro una zona de los Santos, ANTES Y DESPUES del proyecto Pirrís. No solo por las monumentales obras, la represa y el túnel, sino por toda una nueva cultura ambiental, social, vial, que se ha inyectado a la zona. Solo me pregunto ¿Qué pasará cuando el ICE yo no esté? Cuando el ICE ya no esté en los pueblos, y hayan concluido sus proyectos, le tocará a los ciudadanos y autoridades locales recoger el legado, mantenerlo y mejorarlo. Esperamos que eso no se pierda.


Ayer se inauguró Pirrís…


Felicidades.

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