Por Alexander Bonilla D.
Los países que lo pueden hacer y tienen el recurso agua, deben apostar sin temores por la energía hidroeléctrica para generarla. Esto es una bendición y una ventaja que no pueden desperdiciar, porque es además renovable. El agua genera energía y esto contribuye al desarrollo de un país. El uso de la hidroelectricidad es un método antiguo y probado para generar energía
Las plantas hidroeléctricas suministran el 20% de la electricidad mundial, y el 6% de la energía total comercial. Algunos ejemplos: representa el 99% en Noruega, el 75% en Nueva Zelanda, el 50% en los países en vías de desarrollo, 25% en China, el 13% en los Estados Unidos. En Costa Rica significa como el 80% de la energía usada.
La energía hidroeléctrica, según los expertos, tiene de moderada a alta cantidad de energía útil y comparativamente tiene bajos costos operacionales y de mantenimiento. También hay que considerar que emiten poco dióxido de carbono y poco contaminante del agua en los procesos de operación. Una planta hidroeléctrica tiene un período de vida de 2 a 10 veces más que las plantas de carbón o nucleares.
Otro aspecto importante de las hidroeléctricas es que las represas contribuyen con la prevención de inundaciones y regulan los flujos de agua que se pueden usar para irrigación. Asimismo pueden contribuir al desarrollo de actividades recreativas turísticas con los lagos.
Por supuesto que también hay algunas desventajas con la energía hidroeléctrica como es que requieren mucho espacio y en las labores de construcción de represas se puede dar el desplazamiento de pueblos, de especies; afectación a algunos ecosistemas acuáticos, y actividades recreativas en el uso de los ríos, en algún trayecto afectado por la presa. También pueden producir gases efecto invernadero como el metano.
Pero, un país, sin recursos energéticos como el petróleo o el gas, debe valorar los beneficios de la hidroelectricidad y contrastarlos con las potenciales afectaciones al ambiente y al paisaje. Creo que el saldo será beneficioso. El país que tenga el potencial debe aprovecharlo, porque en unos 20-30 años si no se construyen las plantas hidroeléctrica necesarias u otras opciones alternativas, tendremos déficit energético, lo cual impactará negativamente el desarrollo de nuestros países.
Es positivo algunas energías de apoyo sustentable como la solar, la eòlica, del mar, de desechos, etc., pero que en ningún momento podrán suplir la totalidad de las necesidades energéticas que se requerirán. La hidroeléctrica deberá ser la base del futuro energético nuestros países. No hay opción en este sentido, por más críticas que se hagan a la construcción de algunas represas.
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