Más de 100 familias de Fátima, San Antonio y Delta-Costa Rica, del cantón de Sarapiquí de Heredia y en la zona fronteriza con Nicaragua, se benefician con electricidad, gracias a una línea de 24 km construida por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
La obra, que representa una inversión de ¢250 millones y fue construida en menos de seis 6 semanas, permite mejorar las condiciones socioeconómicas, educativas y de seguridad de los pobladores de esta región. Por más de 10 km la red eléctrica va paralela al río San Juan, llegando hasta Delta-Costa Rica, frente a la costarricense isla Calero.
“El servicio eléctrico instalado es de gran impacto, pues además de que los residentes cuentan ahora con electricidad en sus viviendas, se fortalece la gestión de los centros de salud, la educación, el agua potable y los puestos fronterizos, además del desarrollo de las telecomunicaciones y la agroindustria principalmente la relacionada con la leche”, destacó Jesús Sánchez, director de Servicio al Cliente Electricidad del ICE.
Para su construcción, fue necesario trasladar a la zona a 75 trabajadores del ICE de distintos regiones del país, como La Garita, Valle la Estrella y Guápiles.
Conforme con la responsabilidad social y ambiental del ICE, la construcción de esta línea incluyó la protección del ambiente, entre cuyas acciones estuvo la instalación de dispositivos para proteger los animales silvestres.
Para tal fin se colocó cable semiaislado en las zonas de más densa vegetación en el trayecto de la línea, así como dispositivos de antiescalamiento en los anclajes, para evitar que los animales puedan subir hacia los conductores energizados.
Entre el sábado 3 de diciembre, fecha en que se energizó la red, y el lunes 5 de diciembre se han instalado 87 servicios a los vecinos de la zona.
De esta forma, el ICE contribuye una vez más con los esfuerzos nacionales para llevar electricidad y calidad de vida hasta los rincones más alejados y aislados del país.
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